domingo, 17 de junio de 2012

60.



- Por favor , no lastimes a Dylan, el te ama.


- No lo lastimaría, el es mi vida.


Salí de la oficina lentamente, dejando a Joseph arreglando unos documentos importantes antes de su reunión, caminaba mirando a la nada por los pasillos, no sabía qué hacer, quería simplemente llegar a mi oficina, beber un café cargado, y simplemente morir en paz.


Me encontraba en los pasillos con dirección a mi oficina, cuando sentí un movimiento extraño en mi bolsillo, era mi teléfono celular, que no dejaba de sonar,miré en identificador de llamadas, y me di con la sorpresa de que trataba de Dylan. No necesité más segundos, ya que antes de que pudiera dar un paso más, me encontraba contestando, y dibujando una sonrisa permanente en mi rostro.


-¿Princesa?, -preguntó con confusión- ¿Estás allí?. -repitió la acción.


- Sí - respondí feliz con mucha preocupación.


- ¿Sucede algo?- preguntó


- Sí. Tenemos que hablar, quiero viajar .


- ¿Así? - Preguntó extrañado - ¿A donde?


- París.


- Pero cielo, eso queda demaciado lejos. ¿Es acaso por la carta de tu padre?


- Si cariño, es por eso - seguí caminando hacia mi oficina.


- Bueno amor, eso lo hablaremos en casa.


Al guardar el teléfono celular, me dediqué a pensar en quién sería la persona que me llamaba, por lo tanto volteé con rapidez, y lo que vi, fue agradable,allí estaba, con la sonrisa más tierna de la faz de la tierra, mirada dulce y esa forma de caminar algo graciosa: Hernan. 


- Hernan - Sonreí y lo abracé a la vez. - Bienvenido de vuelta.


- Gracias . - Sonrío- Acabo de escuchar lo de Dylan. Cuentame que paso.


- Papá esta con vida.- Dije jugando con mis manos.


- ¿Como? ¿Él no fallecio?


- Se encuentra en París.


- La capital del amor. - Suspiro - No estaras pensando en ir hasta ahí.


- Si. - Sonreí falsamente.


- No , estas loca- Me gritó de la peor manera posible- El nos abandono y acaso te importa. - DIjo dando media vuelta y llendose indignado.


Llegó las siete de la noche, y era horario de irse para casa después de un largo día laboral.Sentía que el cansancio me vencía, por lo tanto me rendí ante lo hechos, y me dirigí a mi apartamento, el cual se encontraba totalmente oscuro, pero este hecho no cambió, ya que caminé entre toda esa oscuridad hasta llegar a mi recámara, donde me lancé para seguir llorando, para seguir muriendo en vida, hasta quedarme dormida.


Mi estupido despertador empezó a sonar nuevamente , desperté a los gritos y sin aún abrir los ojos poco a poco pude divisar el camino hacia el baño, así que sin perder tiempo me dirigí hacia allá con el hecho de lavarme la cara después de tan cansador día.  Me cambié y seguí la misma rutina de cada mañana, pero esta vez, se le agregaría un detalle, aunque yo diría, que se trataría de una perfecta y descomunal maravilla.


Antes de que terminara de cruzar el pasillo, alcancé a ver la silueta de un ser masculino, acompañado por un perro que estabamos cuidando, este no dejaba de jugar con él, y mucho menos de moverse de manera traviesa. Solo necesité escuchar la risa de aquel muchacho, para soltar los documentos que llevaba en la mano y dejar caer mi bolso al suelo, corrí rápidamente hacia su encuentro mientras gritaba su nombre, él al escucharme dejó al perro correr por donde sea mientras sonreía emocionado, y caminó muchísimo más rápido. En ese momento, no me importó ser una administradora seria y recatada, ya que al estar a tan solo centímetros de él, salté para colgarme de su nuca y entrelazar mis piernas en sus caderas, a lo que este empezó a darme vueltas sin parar mientras reía como un loco. Sí, me había encontrado con el hombre más increíble que podía existir en el planeta tierra, con el dueño legítimo de mi corazón, con la única persona que podía darme fuerzas después de tanto dolor, con mi mayor felicidad: Dylan Simmons. 


- Mi vida, -me separó lentamente de él, y besó mi frente con delicadeza- ¿irás a la empresa hoy? -sé que deseaba escuchar un “No” de mi parte, pero, para desgracia de los dos, esa no sería la respuesta que daría.


-Sí, Dylann. -expresé con tristeza, y acariciando sus brazos- Hoy tenemos otra reunión de ejecutivos, y no puedo faltar, -lo miré con ternura- te llamaré en cuanto pueda, ¿sí? -sonreí, y le di un beso fugaz en los labios.


-Esperaré tu llamada, -dijo sonriendo y empezando a caminar, a lo que yo seguí sus pasos- gracias por alegrar mi mañana, linda -confesó contento, y al ver mi bolso y los documentos en el suelo, no dudó en recogerlos por mí- suerte en todo, te amo Wendy. -me dio un último beso, y solo permaneció en el lugar para verme partir con una gran sonrisa en los labios y para gritarme mientras agitaba sus grandes brazos- Tengo los pasajes para París Wendy Guttember- Eso me detuvo en la acción de dirigirme para afuera, no dude en darme vuelta y en ir corriendo para colgarme nuevamente de Dylan donde el me recibió con un beso.


- Dylan.. —no podía creer lo que escuchaba venir de sus labios, significaba tanto para mí, que una lágrima empezó a caer por uno de mis ojos, una lágrima que representaba ese amor puro que sólo lograba sentir por él- me haces la persona más feliz de este planeta. -lo miré a los ojos, y acaricié su terso rostro. 


-Y tú a mí, -suspiró- hasta hace unos momentos no sabía si querrías ir a París, ahora lo sé y quiero ir contigo -me miró atentamente-No quiero perderte otra vez. Me cruzaría los 7 mares para tan solo verte feliz -sonrió con los ojos vidriosos, y yo simplemente no sabía qué responder.


- Yo prometo estar contigo hasta que emita mi último respiro, yo nací para amarte, Dylan. -volví a abrazarlo con todas mis fuerzas, mientras acariciaba su espalda con delicadeza.


-Eres maravillosa. -besó mis cabellos, y luego noté cómo de su bolsillo saco dos pasajes con destino a París. - Tomá Señora Simmons, son sus pasajes- Dijo en forma graciosa. 


- ¡Oh! Eres increíble Dylan Simmons. No quiero separarme nunca más de ti. - Sonreí dandole un beso. - ¿Cuándo partiremos a París?


- El próximo mes.- Susurró consciente de sus palabras, salté para colgarme de su nuca y entrelazar mis piernas en sus caderas nuevamente.




"Esta es sólo una historia más, con alegrías y tristezas, y con un final, que esconde un nuevo comienzo." 

domingo, 10 de junio de 2012

59.



Estaba sentada sobre mi cama cuando empecé a llorar, y Dylan se sentó a mi lado para consolarme, deje caer la carta sobre la alfombra del dormitorio mientras me acostaba sobre la cama a llorar. Dylan se acostó a mi lado y me acaricio el cabello mientras me quedaba dormida. Noté como Dylan luego me acomodo y el se acostó a mi lado quedando dormido conmigo.Seis en punto de la mañana, las aves cantaban y el sol parecía asomarse en Capital, hecho que para esa época, era totalmente extraño. Mi despertador sonaba una y otra vez, más yo nunca quise levantarme de la cama, era la primera vez que no deseaba asistir a la compañía, primero, porque me esperaban un sinfín de actividades por realizar, debido a que entrábamos en la semana de proyectos y reuniones diarias con los ejecutivos, cosa que despertaba mi tensión al extremo, y segundo, porque Looper estaría en la empresa, cosa que me parecía desagradable, y mucho más a esas horas de la mañana, cuando el día recién empezaba.Me levanté de la cama para cambiarme y arreglarme un poco antes de salir. Cuando estuve completamente lista, tomé mis cosas y noté como mi madre dormía con un cigarro sobre su dedo en el futon que se encontraba en el living. Me cruce a Dylan en la cocina donde el solo dijo "Luces hermosa cielo" ,luego me beso para luego llevarme a la oficina. Luego de dejarme en la puerta de la compañía "Go Ahead",nombre de la compañía donde trabajaba, salude a Javier como siempre y me dirigí para arriba donde Looper estaba a las corridas con cientos y cientos de papeles, eso me hizo sentir que me esperaba un largo día laborable.

Cuando terminé de recorrer la larga entrada, y después de haber agradecido aproximadamente un millón de veces a los trabajadores el lindo gesto, me dirigí rápidamente a la oficina de Joseph con la bolsa que contenía las Donas y los Cafés, claro, que escondidos tras mi espalda, para así, poder darle una sorpresa. Toqué la puerta con delicadeza, y esta se abrió en un abrir y cerrar de ojos, cosa que para mí era imposible de suceder, ya que ni siquiera habían pasado dos segundos desde que la toqué, pero mi mente dejó de centrarse en esto cuando logré ver la silueta de Joseph, este se apartaba de su escritorio y caminaba hacia mi encuentro, me sentía aun confundida con los sucedido hace segundos, pero la felicidad que sentía de ver a Joseph de nuevo, era mucho mayor que cualquier sensación en ese momento. Era mi mejor amigo, necesitaba de su presencia.

Nos sentamos en uno de los muebles de la oficina para poder degustar la deliciosa sorpresa que había comprado para él, estuvimos hablando de muchas cosas, pero nuestro tema central, como en los últimos meses, fue el de Luciana & Dylan, él me contaba lo maravillosa que era, y que esperaba encontrar al Joseph que tanto extrañaba en ese amor que florecía de repente, mientras yo le comentaba lo perfecto que era Dylan para mí, y lo mucho que significaba en mi vida últimamente. Estuvimos riendo sin parar mientras hablábamos de diferentes temas, y más de una vez nos recordamos lo mucho que nos habíamos extrañado ya que él no se encontraba ayer el día de mi cumpleaños.

- Necesito decirte algo - Trague saliva y fuerza luego de nuestra agradable charla.

- ¿Que pasa Señora Simmons? - Dijo haciéndome burla de su hermano.

- Cállate - Sonreí mientras le pegaba un poco.

- Bueno ¿que quieres decirme?

- Quiero viajar. - Dije moviendo mis labios para ambos lados.

- ¿A donde? ¿Porque? - Pregunto constantemente Joseph.

- Mi padre me escribio una carta, déjame buscarla. - Dije revisando mi bolso , cuando me había olvidado que esa carta la deje sobre la alfombra. - Me la habré olvidado.

- ¿Pero que decía para que tomes esa decisión? - Dijo concentrandose en cada una de las palabras que salían de mi boca.

- Mi padre biologico no murió por coma alcohólico, eso solamente le ha pasado a mi madre, mi padre sigue vivo y ayer mi madre adoptiva me trajo esa carta.

- ¿Y donde se encuentra él? - Pregunto sirviendose un poco más de café en la taza que se encontraba a su derecha.

- París. - Dije mordiendo mis labios. - Quiero volverlo a ver.

- No puedes irte. Todo esta marchando bien . No justo ahora Wendy . - Repetía constantemente el muchacho dando vueltas por su oficina- ¿Dylan sabe de esto?

- No - Dude- Todavía no le he dicho. - Trague mi saliva nuevamente.

- ¿Y cuando piensas decírselo? ¿Cuándo te vayas y lo dejes solo de nuevo? - Cuestionó mientras se ponía cada vez más nervioso.

- No lo dejaré solo, quiero que el venga conmigo.

- Dudo que lo haga - Dijo rápidamente- Esta en un buen trabajo , en el teatro Colón.

- Si me iré  sola o con alguien,un día volvere. - Reafirme.

58.



Paso un tiempo de todo lo transcurrido, volví a trabajar como si nada y las marcas de mis muñecas ya se estaban yendo, vivía con Dylan en un pequeño departamento cerca del trabajo. ¿De Nicholas que se sabe? Se volvió un alcohólico y un adicto al arte , pinta obras en los centros comunitarios, muchos nos preguntamos en esa época, porque Nicholas actúo de dicha manera, el consumía mucho alcohol, eso le provoco cólera entra tantas cosas, el alcohol le quemo el cerebro. Dylan sigue trabajando en el teatro Colón y yo sigo en la empresa , evitando a Thomas Looper... Saben publicaron mi libro, he estado teniendo mucho éxito desde entonces.

Luciana lleva cinco meses de embarazado , Joseph no para de hablar de eso , cada salida que hacemos los seis, dejando a Romina en la guarderia, Joseph salé con el tema que espera un varón para ponerle Kevin. Sí , esperaban un varón, ayer los acompañe a hacer la ecografía, es hermoso hasta el momento, tengo asegurado que va a salir con la cara del padre y el caracter de la madre.

Era Lunes, día laborable, me levante y Dylan ya estaba preparando unos hot cakes que aprendió de Joseph , la mesa ya estaba lista para desayunar, me fui al baño , me bañe y cuando salí ya estaba todo listo. Me pusé mi camisa y mis jeans para trabajar.
Cada uno tenía un hot cakes en un plato, nos sentamos en el mueble para conversar y ver el techo pintado por Dylan mientras disfrutábamos del riquísimo manjar, hasta que a Dylan se le ocurrió jugar un poco, cosa que amaba que hiciera. Tomó un poco de la crema que se encontraba en el bols, y la colocó en mi nariz, logrando que yo empezara a reír locamente y también que quisiera devolverle el gesto, por lo tanto hice lo mismo, y sí.. empezó la guerra de crema de hot cakes, los dos nos habíamos manchado casi todo el rostro y parte del cuerpo, corríamos por todos lados, y no dejábamos de reír por nada del mundo. Yo, tratando de escapar de sus curiosos ataques, me dirigí a la cocina de nuevo para de forma desesperada sentarme encima de la pequeña mesa que se encontraba justo al comienzo del espacio.

Dylan que estaba atrás mio, me tiro una toalla para poder limpiarme e irme al trabajo "limpia" . Nos subimos al auto y el me llevo a la oficina, pero por alguna extraña razón el quería venir conmigo a la empresa. Nos bajamos del auto , y note que Javier no estaba allí para recibirme como cada mañana, así que directamente nos dirigimos al buzón donde tampoco estaba el encargado , eso me pareció raro y solamente pude pronunciar "¿Hoy no se trabaja?" , nos subimos al elevador y nos dirigimos al piso 10, donde la recepción estaba vacía. Me pareció aún raro ya que ese día era entrega de un proyecto , el proyecto el cuál volvía loca a Luciana. Al entrar a mi oficina , noté que las luces estaban apagas, lo raro era eso , ya que siempre están prendidas, y con dos medialunas en el escritorio. Al prenderlas estaban todos allí gritando "¡SORPRESA!", entre tanto trabajo y entre tantas cosas me había olvidado que ese día cumplía 26 años.

- ¿Pensaste que lo habíamos olvidado? - Susurró Dylan detrás de mi con una sonrisa de esas que tanto me gustan.

- No lo puedo creer- Dije sonrojada y con los nervios de punta- Yo me había olvidado, y eso es raro de mi.

- Descuida nosotros nos acordamos. - Sonrío Micaela con una copa de champagne en su mano.

Pase muy lindo día junto a las personas que más quería y junto a los de la compañia que la verdad me llenaron de alegría. Luego de comer pastel y un poco de café , en fin nos dirigimos cada uno a nuestro hogar, con Dylan fuimos los últimos en salir de la compañía. Nos encontrabamos en el garage donde estaba oscuro y al fin en el auto Dylan  dio marcha, pasamos por todo San telmo y Puerto Madero , fue hermoso el paisaje azul del cielo oscuro con esas estrellas diminutas que se encontraban en el mismo.

Al llegar ambos nos tiramos en la cama donde nos quedamos mirandonos...yo podía sentir cómo los latidos de su corazón me daban fuerza y me reconfortaban, ¿Cómo lo hacía?, ¿Acaso se trataba de cierta magia o algo por el estilo?, no lo sabía, pero era así, sus latidos eran la razón por la cual yo me sentía viva, por la cual yo podía levantarme de la pena más grande, de la enfermedad más grande, de todo. El simple hecho de saber que él se encontraba conmigo, dejándome sentir el perfume que su piel irradiaba, ver sus ojos verdosos en su máximo esplendor, sentir el calor de sus manos entrelazadas con las mías, percibir el compás de su respiración, la melodía que los latidos de su corazón me permitían escuchar y convertir en mi filosofía, en mi forma de vida, me hacían la mujer más feliz de toda la faz de la tierra.

Estábamos en nuestro momento, ese que no podía ser interrumpido, hasta.. bueno, ahora. La puerta fue tocada una y otra vez, Dylan se separó de mí y me preguntó si esperaba a alguien en casa, a lo cual yo respondí que no, por lo tanto, se levantó de la cama y rápidamente abrió la puerta para saber de quién se trataba, y la sorpresa.. no fue nada agradable, mucho menos para mí.

Dylan, al ver a la persona tras la puerta, recobró la memoria y sin dudar más en los sucesos dejó escapar un efusivo: “¡Oh! ¿Eres la madre?”. Yo, al escuchar aquella frase, no pude evitar temblar como nunca antes lo había hecho, aquel momento me había transportado a esos tiempos cuando niña, contenía un temor indescriptible hacia el abandono , como lo ha hecho mi madre. Cuando me percaté de que Dylan y la señora de traje bordo se acercaban a mí, me introduje entre las sábanas dejando ver solo un bulto en la cama, sí.. debo aceptarlo, tenía miedo.

-Creo que alguien está asustada -escuché decir a aquella persona.

- ¡Escuché lo que dijo! -expresé aún debajo de las sábanas y sin las mínimas intenciones de salir de allí.

-¡Mi vida! -exclamó Dylan entre risas, que por supuesto, compartía con la señora- Es tu madre, la adoptiva obvio.

- Espera , ¿Qué haces aquí?- saqué la mitad de la cabeza por una de las esquinas de las sábanas, dejando a la vista mis ojos

- Me enteré lo de Nicholas- tomo mi mano mientras se sentaba en la cama junto a mi. - Siempre estaré contigo.

- Muchas gracias madre - expresé mientras me deshacía de las sábanas por completo- Perdón por el despelote es que estabamos a punto de dormir.

- Tomá - Me entrego un sobre que allí se encontraba mi nombre - Te la dejo tu padre en su lecho de muerte.

- ¿Qué? - Me sente rápidamente al costado de mi madre agarrando ese sobre. - ¿Qué es esto? No creo que lo pueda superar.

- Vos podes cielo - Tomo mi mano Dylan , expresando fuerza.

- Esta bien - Abrí el sobre y la empecé a leer.

sábado, 9 de junio de 2012

57.


- No grites preciosa. - Dijo tapandome la boca.

- Basta-  Tomé la lampara y lo golpee para que quedará desmayado , tenía un par de golpes en su abdomen nada más , y quedo rendido en el sillón.

Tomé mis cosas y me diriji para afuera, no queria ir a casa y Dylan seguramente se encontraba en el teatro terminando su obra de arte. Así que decidi ir a la casa de Micaela, ellos no estarían en casa seguramente, y recordé que tenía un juego de llaves en la cartera, así que puse en marcha el auto y decidí ir para allá. Estacione en la puerta del garage y cuando baje lo vi a Nicholas sentado en las escaleras de madera de la entrada.

- ¿Qué haces aquí? No entendiste que no quiero verte - Dije parándome adelante de él. - Vete.

- No me voy a ir - Se paró para hacerme frente - Quiero saber donde estabas , porque tardaste tanto , porque no atendías el telefono , tenes 2 minutos.

- Es mi vida, no tengo porque contarte cosas que te conte dos veces y no entendiste. Así que largate .- Dije remojando mis labios.

- Yo te voy a creer y todo que estabas en otra empresa- grito sarcásticamente- seguro te acostaste con el primer pelotudo que se te cruzaba, así que dime la verdad ahora muñequita-dijo tomando mis manos con todas sus fuerzas, sentía como esos ojos chocolates se volvían rojos de la cólera, y sentía que corría fuego por sus venas.

- Nunca te pense tan violento , si no me quieres creer, no lo hagas , pero por favor dejame en paz - Dije tratando de luchar con su fuerza.

- No te voy a soltar, vamos ya para casa , arreglar esto - Dijo tirando de mi brazo para la calle.

- ¡AYUDA! - Grité con todas mis fuerzas, para que alguien por lo menos venga a cumplir mi pedido de rescate.

- ¿Que pasa acá? - Preguntó Hernan saliendo de la casa con sus boxer de corazones y un pucho en la mano. - ¿Nicholas?

- Por favor Hernan, ¡Ayudame! - Dije con el ultimo aliento que me quedaba y con lágrimas sobre mis mejillas.

- Suelta a mi hermana - Dijo saliendo de la casa tirando el pucho al cesped.

- ¿Qué paso cielo? - Dijo Micaela con la pequeña en sus brazos.

- Nada querida, vete adentro. - Grito viniendo para donde estaba Nicholas. - Soltala, enserio Nicholas soltala.

- Es mi esposa , puedo hacer lo que yo quiero, ella es mía. - Dijo con mucha cólera.

- Será tu esposa, pero no la trates como un juguete, es un humano , así soltala y nadie saldra herido.

- ¿Que vas a hacer golpearme? Dale hazlo.

- Voy a llamar a la policia si no te vas. - Dijo tomando mi otra mano para agarrarme.

- Quédate con tu hermana - Dijo empujandome sobre el cesped.- Una basura su familia. - Dijo escupiendo me.

Al irse, Hernan me abrazo y me ayudo a entrar. Nos sentamos en ese hermoso living ,donde tenía unos sillones que hacían juego con el estampado de las paredes,una mesita de té y varios cuadros de caballos, Micaela me sirvió un té para que me tranquilice y la pequeña Romina me hizo un lindo dibujo. Mis lágrimas no cesaban y no me dejaban contarle la historia a la familia, esa noche me permitieron dormir allí, con la condición de no volver a la casa con Nicholas. La pequeña cayo dormida en mis piernas , después de tantas horas de llanto. Y Hernan siguió a mi lado junto a Micaela, esperando poder ayudarme.

- Si tu quieres luchar yo estare alli a tu lado el dia que tu caigas yo estare alli detras tuyo.- Repitió Hernan acariciando mis mejillas.

- Gracias - Sonreí como una pequeña perdida en sus palabras.

- Bueno Wendy, ¿quieres contarnos que te paso? - Preguntó Micaela sentandose en uno de esos sillones.

- Fue así, yo hoy salí con Dylan a la tarde.

- ¡¿Dylan?! ¿Cómo? - Saltó Hernan nervioso.

- Sí hace como un mes que estamos así o más tal vez. El va a mi oficina y se hace pasar por Cole Mitchell de Frot. - Dije tomando mis manos mientras remojaba mis labios.

- ¿Y? Continúa. - Dijo Micaela poniendose en una postura para escuchar mejor.

- Bueno y el me llevo a su "empresa" , a su trabajo enrealidad. Y volví en el horario que terminamos de trabajar, ahí estaba Nicholas , discutimos y me hizo esto - Respondí con seriedad mostrando mis muñecas totalmente marcadas.

sábado, 2 de junio de 2012

56.



El tiempo transcurrio hasta que cayo la noche, Dylan me llevo hasta mi oficina. Javier me abrió la puerta como de costumbre pero esta vez solamente exclamo las palabras "Nicholas esta aquí" , subí corriendo por las escaleras, 10 pisos por las escaleras eran una eternidad. Cuando subí Jeniffer reafirmo las palabras de Javier "Nicholas esta aquí". Abrí la puerta de la oficina y ahí se encontraba él , a oscuras como si hubiera cometido un crimen, furioso, enojado, sin ningún sentimiento vivo. Deje mi abrigo y mi cartera en los sillones de tela y me caminé hacia la silla donde el estaba sentado.

- ¿Donde estabas? - Dijo con seriedad y furia a la vez. - ¿Porque no contestabas el telefono?

- ¡Nicholas para! - Dije sentandome a su lado. - Estaba afuera, con el jefe de otra empresa.

- Seguro , ¿Y porque no atendías el maldito telefono? - Dijo con un pucho en su mano.

- Porque no me sono, tal vez se quedo sin batería, y...¿Desde cuando fumas?

- Eso no importa, quiero saber donde estabas - Dijo parandose tirando el pucho a la alfombra para luego pisarlo. - Dime donde estabas - Dijo tomando mi muñeca con cólera.

- Sueltame, ya te dije estaba en otra empresa. - Dije tirando mi mano con fuerza. - Suéltame, me estas lastimando.

- No hasta que me digas donde estabas.- Tomo mi muñeca con mucha más fuerza.

- Ya te lo dije en otra empresa- Dije tratando de librarme de aquel monstruo.

- ¿Porque no te creo?

- Porque no quieres hacerlo, y ya suéltame.- Dije tirando mi braso con fuerza.

- Perdón - Solto mi mano - No sé que me paso.

- Andaté. - Dije parandome sin tenerle piedad.

- Pero...

- Andaté - Lo interrumpi - No empeores las cosas, andaté para casa, yo no dormiré allí esta noche.

- Perdón .

- Andaté Nicholas. - Dije abriendo la puerta de mi oficina para que Nicholas se fuera. Al irse cerre la puerta cólera y me quede en mi oficina acostada en el sillón pensando hasta que aparecio Looper.

- Permiso - Entro Looper con delicadeza.

- Pasá . ¿Qué necesitas? - Dije mirando al techo.

- Nada, quiero sabes como estas, escuche todo y aquí estoy.

- ¡Oh! No hacia falta Looper. - Dije sentandome en el sillón.

- Dime Thomas. - Sonrío sentandose a mi par.

- Esta bien Thomas- Dije entre risas.

- ¿Y como andas? - Dijo acercandose a mi.

- Emm- Dude mientras me separaba de él - Bien ¿y tu?

- Bien bien. - Sonrío acercandose más y más.

- Esta bien Thomas, distancia por favor. - Sonreí.

- ¿Porque? Ya termino el horario laboral - Dijo poniendo su mano en mi pierna.

- Aléjate - Me paré y el se paro a mi par.

- Se que quieres.- Sonrío tirándome arriba del escritorio con el encima.

- Basta- Grite pidiendo ayuda .

viernes, 25 de mayo de 2012

55.



- No soy Dylan, cuando vengo aquí soy Cole- afirmo poniendose una galera con un bigote falso-y dejamelo a mí , ¿Dónde esta Looper? - Dijo agarrando mi abrigo,y llevándome a fuera de mi oficina.

- Disculpe, Jeniffer - Tocí para que la secretaria que se encontraba en la recepsion me oyera.

- ¿Si Guttember? - Pregunto amablemente.

- ¿Donde se encuentra Looper?

- Ahora esta en la oficina de Simmons si no me equivoco - Respondió con una sonrisa.

- Gracia Jennifer- Sonreí y Dylan me saco corriendo por los pasillos.

- ¿Looper? - Preguntó Dylan a la puerta de Joseph.

- ¿Dylan ? - Susurro Joseph largando una carcajada. - ¿Que haces aquí?

- Busco a Looper.

- ¿Me buscaban? - Pregunto Looper asomandose a la puerta.

- Sí - Dijo Dylan soltandome de la mano para que nadie se de cuenta. - Me llevare a la Señora Guttember a mi empresa por toda la tarde, necesito que haga unos
tramites allí.

- Por supuesto Mitchell. - Sonrío - Todo por la empresa- Dijo feliz y cerrando la puerta de la oficina de Joseph.

Dylan me llevo corriendo por los pasillos,hasta llegar al elevador donde ahí ya con las puertas cerradas me beso unas cuantas veces hasta llegar a planta baja, ahí me subió a su auto , se saco su bigote y su sombrero y puso en marcha el auto. Condujo por más de una hora , pensaba que ya era una broma de las que hace Dylan. Entramos a pleno centro , el cabildo , el obelisco y un par de monumentos pasamos ya, pero no veía el trabajo del que tanto tenía curiosidad. Vi como puso su auto en un estacionamiento lujoso y luego me abrió la puerta para que yo salga. Me tomo de la mano y nos fuimos caminando para un destino que yo no conocía el final. Nos paramos frente del teatro Colón, donde el dijo "Este es mi trabajo" , dude perfectamente de todo. Saludo a los guardias y me los presento amablemente y me llevo para adentro , donde todo se veía maravilloso, era un teatro totalmente bellisimo.

- Aquí trabajo.

- ¿Enserio? - Dije entre risas - ¿Que haces?

- ¿Viste esa pintura que esta en el techo?- Señalo con su dedo estirado y un ojo cerrado.

- Sí.

- Eso lo pinto yo.

- ¿Enserio?- Repetí.

- Sí - Dijo tomando mi mano con mucha seguridad y luego me miro a los ojos. - Sabes tenerte devuelta es lo mejor que me ha pasado.

- ¿Enserio? - Sonreí sonrojada. - Eres mi ángel.

- Tu eres el mio. - Dijo acariciando mi mejilla con la llema de sus dedos. - Te amo cielo.

- Yo a ti mucho más - Lo besé feliz. - Es un momento perfecto.

- Todos mis momentos son perfectos si estoy a tu lado. - Dijo abrazandome - No quiero perderte.

- Descuida , nunca me perderas- Lo miré para luego besarlo con tanta seguridad.

sábado, 19 de mayo de 2012

54.



- ¡Dylan! Eres tu - Sonreí colgandome de su cuello. - ¿Cómo supiste? - Lo besé.

- Y - Dudo alegremente- Joseph. - Dijo entre risas.

- Wow - Dije algo sorprendida-  Pasan rápido las noticias.

- Y si - Suspiró.

- Ah cierto , perdona lo de anoche. No sabría que vendría Nicholas. - Dije aún colgada de él.

- Recibí tu mensaje justo cuando entre al edificio , me fui sin dramas, solamente te extrañe. - Me beso nuevamente.

- Yo a ti. - Sonreí sentandome en el sillón.

- ¿Es Romina? - Agarro el portaretrato que se encontraba en mi escritorio.

- Sí - Sonreí comiendo una de las medialunas que siempre me deja lista la secretaria.

- Esta grande - Sonrío - La quiero ver.

- Esta de viaje junto a Micaela y Hernan. Volveran en unos días seguro.  - Me pare para abrazarlo de atrás .

- ¿Que pasa? - Dijo entre risas.

- No sé que hacer- Dije tragando con mi nudo en la garganta.

- ¿Hacer? ¿Con que? - Se dio vuelta para quedar a mi par.

- Con mi vida Dylan - Dije sentandome en la silla que estaba junto a la de Dylan.

- ¿Lo dices por mi o por Nicholas? - Dijo poniendose serio al verme a mi.

- Em- Lo mire a los ojos y mi estomago estaba llena de mariposas, en sus ojos verdosos casi azulados note que era amor lo que sentía hacia él, él era el que me enamoro y el que nunca deje de amar- Con ambos , yo a ti te amo, pero no puedo dejarlo a Nicholas , ya hace 11 meses con casamos aproximadamente.

- Un año ya. - Trago su saliva. - Haz lo que sienta tu corazón, siempre estaré de acuerdo con eso. - Dijo tomando mi mano y besandola.

- Te amo - Dije acercandome.

- Yo a ti - Dijo mordiendo sus labios para luego besarme. - Me tengo que ir a trabajar. - Dijo parandose.

- ¿De que trabajas a todo esto?- Dije con mucha duda.

- ¿Quieres saberlo?

- Sí - Afirme con una sonrisa.

- Entonces ven.- Dijo tomando mi mano.

- Pero no puedo , eres Dylan, encima ¿Como hago para irme de aqui?

eres mi enfermedad y mi cura, mi locura y mi cordura.
Por siempre te amaré, para toda la vida te querré, así nos separemos, así se acabe, entre mi corazón te tendré, un espacio especial que sólo tú podrás tener, por siempre y para siempre, nunca te olvidaré.