domingo, 10 de junio de 2012

58.



Paso un tiempo de todo lo transcurrido, volví a trabajar como si nada y las marcas de mis muñecas ya se estaban yendo, vivía con Dylan en un pequeño departamento cerca del trabajo. ¿De Nicholas que se sabe? Se volvió un alcohólico y un adicto al arte , pinta obras en los centros comunitarios, muchos nos preguntamos en esa época, porque Nicholas actúo de dicha manera, el consumía mucho alcohol, eso le provoco cólera entra tantas cosas, el alcohol le quemo el cerebro. Dylan sigue trabajando en el teatro Colón y yo sigo en la empresa , evitando a Thomas Looper... Saben publicaron mi libro, he estado teniendo mucho éxito desde entonces.

Luciana lleva cinco meses de embarazado , Joseph no para de hablar de eso , cada salida que hacemos los seis, dejando a Romina en la guarderia, Joseph salé con el tema que espera un varón para ponerle Kevin. Sí , esperaban un varón, ayer los acompañe a hacer la ecografía, es hermoso hasta el momento, tengo asegurado que va a salir con la cara del padre y el caracter de la madre.

Era Lunes, día laborable, me levante y Dylan ya estaba preparando unos hot cakes que aprendió de Joseph , la mesa ya estaba lista para desayunar, me fui al baño , me bañe y cuando salí ya estaba todo listo. Me pusé mi camisa y mis jeans para trabajar.
Cada uno tenía un hot cakes en un plato, nos sentamos en el mueble para conversar y ver el techo pintado por Dylan mientras disfrutábamos del riquísimo manjar, hasta que a Dylan se le ocurrió jugar un poco, cosa que amaba que hiciera. Tomó un poco de la crema que se encontraba en el bols, y la colocó en mi nariz, logrando que yo empezara a reír locamente y también que quisiera devolverle el gesto, por lo tanto hice lo mismo, y sí.. empezó la guerra de crema de hot cakes, los dos nos habíamos manchado casi todo el rostro y parte del cuerpo, corríamos por todos lados, y no dejábamos de reír por nada del mundo. Yo, tratando de escapar de sus curiosos ataques, me dirigí a la cocina de nuevo para de forma desesperada sentarme encima de la pequeña mesa que se encontraba justo al comienzo del espacio.

Dylan que estaba atrás mio, me tiro una toalla para poder limpiarme e irme al trabajo "limpia" . Nos subimos al auto y el me llevo a la oficina, pero por alguna extraña razón el quería venir conmigo a la empresa. Nos bajamos del auto , y note que Javier no estaba allí para recibirme como cada mañana, así que directamente nos dirigimos al buzón donde tampoco estaba el encargado , eso me pareció raro y solamente pude pronunciar "¿Hoy no se trabaja?" , nos subimos al elevador y nos dirigimos al piso 10, donde la recepción estaba vacía. Me pareció aún raro ya que ese día era entrega de un proyecto , el proyecto el cuál volvía loca a Luciana. Al entrar a mi oficina , noté que las luces estaban apagas, lo raro era eso , ya que siempre están prendidas, y con dos medialunas en el escritorio. Al prenderlas estaban todos allí gritando "¡SORPRESA!", entre tanto trabajo y entre tantas cosas me había olvidado que ese día cumplía 26 años.

- ¿Pensaste que lo habíamos olvidado? - Susurró Dylan detrás de mi con una sonrisa de esas que tanto me gustan.

- No lo puedo creer- Dije sonrojada y con los nervios de punta- Yo me había olvidado, y eso es raro de mi.

- Descuida nosotros nos acordamos. - Sonrío Micaela con una copa de champagne en su mano.

Pase muy lindo día junto a las personas que más quería y junto a los de la compañia que la verdad me llenaron de alegría. Luego de comer pastel y un poco de café , en fin nos dirigimos cada uno a nuestro hogar, con Dylan fuimos los últimos en salir de la compañía. Nos encontrabamos en el garage donde estaba oscuro y al fin en el auto Dylan  dio marcha, pasamos por todo San telmo y Puerto Madero , fue hermoso el paisaje azul del cielo oscuro con esas estrellas diminutas que se encontraban en el mismo.

Al llegar ambos nos tiramos en la cama donde nos quedamos mirandonos...yo podía sentir cómo los latidos de su corazón me daban fuerza y me reconfortaban, ¿Cómo lo hacía?, ¿Acaso se trataba de cierta magia o algo por el estilo?, no lo sabía, pero era así, sus latidos eran la razón por la cual yo me sentía viva, por la cual yo podía levantarme de la pena más grande, de la enfermedad más grande, de todo. El simple hecho de saber que él se encontraba conmigo, dejándome sentir el perfume que su piel irradiaba, ver sus ojos verdosos en su máximo esplendor, sentir el calor de sus manos entrelazadas con las mías, percibir el compás de su respiración, la melodía que los latidos de su corazón me permitían escuchar y convertir en mi filosofía, en mi forma de vida, me hacían la mujer más feliz de toda la faz de la tierra.

Estábamos en nuestro momento, ese que no podía ser interrumpido, hasta.. bueno, ahora. La puerta fue tocada una y otra vez, Dylan se separó de mí y me preguntó si esperaba a alguien en casa, a lo cual yo respondí que no, por lo tanto, se levantó de la cama y rápidamente abrió la puerta para saber de quién se trataba, y la sorpresa.. no fue nada agradable, mucho menos para mí.

Dylan, al ver a la persona tras la puerta, recobró la memoria y sin dudar más en los sucesos dejó escapar un efusivo: “¡Oh! ¿Eres la madre?”. Yo, al escuchar aquella frase, no pude evitar temblar como nunca antes lo había hecho, aquel momento me había transportado a esos tiempos cuando niña, contenía un temor indescriptible hacia el abandono , como lo ha hecho mi madre. Cuando me percaté de que Dylan y la señora de traje bordo se acercaban a mí, me introduje entre las sábanas dejando ver solo un bulto en la cama, sí.. debo aceptarlo, tenía miedo.

-Creo que alguien está asustada -escuché decir a aquella persona.

- ¡Escuché lo que dijo! -expresé aún debajo de las sábanas y sin las mínimas intenciones de salir de allí.

-¡Mi vida! -exclamó Dylan entre risas, que por supuesto, compartía con la señora- Es tu madre, la adoptiva obvio.

- Espera , ¿Qué haces aquí?- saqué la mitad de la cabeza por una de las esquinas de las sábanas, dejando a la vista mis ojos

- Me enteré lo de Nicholas- tomo mi mano mientras se sentaba en la cama junto a mi. - Siempre estaré contigo.

- Muchas gracias madre - expresé mientras me deshacía de las sábanas por completo- Perdón por el despelote es que estabamos a punto de dormir.

- Tomá - Me entrego un sobre que allí se encontraba mi nombre - Te la dejo tu padre en su lecho de muerte.

- ¿Qué? - Me sente rápidamente al costado de mi madre agarrando ese sobre. - ¿Qué es esto? No creo que lo pueda superar.

- Vos podes cielo - Tomo mi mano Dylan , expresando fuerza.

- Esta bien - Abrí el sobre y la empecé a leer.

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eres mi enfermedad y mi cura, mi locura y mi cordura.
Por siempre te amaré, para toda la vida te querré, así nos separemos, así se acabe, entre mi corazón te tendré, un espacio especial que sólo tú podrás tener, por siempre y para siempre, nunca te olvidaré.